Nos confundimos. Nos equivocamos.
Enseñamos a nuestros hijos el amor a la paz y al perdón.
Nos equivocamos compañeros.
Ellos sonreían mientras gritábamos contra la guerra y por la libertad, emocionándonos con “imaginates” y cantando a poetas prohibidos,
Mientras, ellos se preparaban para el cambio de sistema formal. Ellos siempre han estado, siempre están.
Nadie habló a nuestros hijos del dolor de las miles de noches de insomnio y de horror. De que nos robaron, garrapiñaron con todo lo que podían. Esos ladrones de sueños y de colores, esos que hoy en día dictan sus mierdas, las mismas garrapatas prepotentes y elitistas.
Nunca han sufrido en sus carnes nada. Nunca. Nunca!
Han violado, asesinado, robado niños, vidas y poesía. Y nadie les ha pedido reclamaciones jamás. Jamas!
Nos hemos confundido, y nos seguimos equivocando.
Siguen en el poder, los mismos, incluso con sus mismos apellidos. Obscenos, repugnantes y moralistas a conveniencia.
Pidamos. Exijamos la misma vara. Socialicemos las riquezas, pero también el hambre, el dolor, el miedo, la muerte y la esperanza de vida. Que el insomnio entre en sus castillos y en sus ojos, recuperemos las calles, y escupamos en sus caras hidratadas y cirugiadas.
Que por lo menos tengan un poco de pudor en enseñarnos lo bien que viven en sus guetos privados entre la miseria ajena
Que sientan las angustias cotidianas. Que sientan el crujir del hambre en las tripas. El dolor del hijo enfermo.
La impotencia de la injusticia legal.
Dejemos de ser súbditos, esclavos de amo difuso.
Que se coman sus vómitos, no mi sangre ni las de mis hijos
Queridos hijos míos, queridos hijos nuestros.
Que no os dejéis convencer con las mentiras, con las que han vivido a nuestra costa. Siempre. Siempre!
El mejor perdón es la venganza, compartamos las miserias, compartamos las angustias, jamás llegará Godot con un premio de lotería.
Con fusiles, con cuchillos, con cerillas, con las manos. Hagamos que paguen de una puta vez lo que han robado y castrado.
Que no sobreviva ningún sacerdote talibán del miedo, pedófilos nauseabundos. Profetas del mas allá, haciendo sus paraísos en el mas acá.
Que paguen con dos mil años de sufrimiento, ellos y sus descendencias. Sin piedad ninguna, la piedad solo se las prospectan a los ricos con desgravación directa.
Seamos guerrilleros de Itaca. El pacifismo fue un invento de los burgueses para vendernos las flores y los sándalos, y tenernos controlados con sus puñeteras drogas. Hasta que el opio y la coca se metió en sus clubs privados haciendo daño.
Queridos niños, aprender. Aprender a saber donde está el enemigo
Mezquinos, viles, perversos misóginos con sobredosis de viagra, se presentan con todo su descaro a dar lecciones magistrales sobre solidaridad.
Asco , asco, repugnancia, he dicho que me dan asco?
Que muerdan el dolor y saboreen ese pastoso metal que se queda en la boca después de catar moratones y moratones de justicia de los señoritos con sonrisa falsa.
Y si algo se mueve, mandan a sus putos perros adiestrados, sin chapas, para que puedan morder sin peligro. Y después en las perreras sin cámaras ni micros demuestran sus valentías de cocaína, torturando con la saña que los instruidos en el dolor pueden sabiendo que nunca se juzgarán a l os perros de los señoritos.
Estas inmundicias hay que limpiarlas si es necesario con sus mismos medios. Porque no podemos ser iguales? jajaja
A esos de corazones pútridos que miran de soslayo a la chusma.
En definitiva que podíamos perder?
La vida? jajaja
Los nadie, los que valemos menos que la bala que sabemos nos matará.